lunes, 5 de octubre de 2009

Consigna 2 (La Costumbre)

Pastillitas de colores

Pastillitas de colores. Una, dos, tres. La roja para la hipertensión; la azul, dos veces por semana, para evitar las infecciones; la amarilla, media a la noche, sábado por medio, para controlar las hemorragias.
No recordaba cuándo había comenzado esa procesión por médicos, diagnósticos y farmacias, pero ya era un cotidiano enquistado en su realidad.

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Rutina

La mugre está acá y allá pegoteando las estructuras que alguna vez fueron modernas, nuevas.
Y ahí, ovillados contra los zócalos inmundos, duermen dos nenes, un viejo sin dientes, una señora de dudosa edad e higiene y un par de bultos cubiertos con cartones húmedos y rancios.
Pero nadie los mira ya. Son parte del paisaje, siquiera hay miradas furtivas, huidizas, vergonzantes.
Pasan de largo.
Y todos los días, lo mismo.

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Existencialismo

Es casi imposible e inconsciente intentar dar cuenta de lo que sucedía antes de aprender a respirar, cuando la luz era borrosa y las imágenes, todas manchas. No recordás siquiera cómo era el mundo cuando te pasabas durmiendo todo el día.
Pero tampoco hay registro de recuerdos acerca de cómo era la vida rodeada por un mar de líquido amniótico, donde la boca no se usaba para comer, ni los ojos para mirar, ni los pulmones para respirar…
Por eso, cuando pasamos a la siguiente fase, sin darnos cuenta, no hubo sufrimiento consciente, solo una aceptación tácita (trauma1).
Y así aprendiste a caminar, a hablar, a controlar tus necesidades; aprendiste a leer, a escribir, a hacer cuentas, a reconocer colores y sabores.
Y nadie cuestiona por qué sucede esto, ni cómo sucedió todo sin darnos cuenta… (pero sí, cuando no sucede…)

©Estar latiendo

sábado, 3 de octubre de 2009

EL PACTO

Estimado señor George W.:
Por el poder que me confieren los estatutos vigentes, me dirijo a usted con el afán de comunicarle la negativa rotunda de la comisión al encarecido pedido que apropiadamente ha solicitado, debido a su desmedida costumbre de vilipendiar cada una de las obligaciones mencionadas en contratos anteriores. Asimismo, nos vemos en la penosa necesidad de solicitarle su inmediata regularidad hacia los compromisos contraídos, ya que, en la irresponsabilidad de sus hábitos terrenales, sus miserias acumulativas han perjudicado sustancialmente a propios y extraños. Procederes innecesarios y sumamente condenables por el ámbito que represento. Cabe asimismo recordar, que la propiedad intelectual de lo que usted se adjudica nos compete y corresponde.
Por esta razón, de ninguna manera renunciaremos a la propiedad inherente y respectiva que tanto nos enorgullece y la cual nos posiciona como el emprendimiento más antiguo, exitoso y distinguido en el amplio marco del negocio empresarial.
Finalmente, esperamos que la negativa a su requerimiento no sea un inconveniente a posteriori para un próximo encuentro.
Desde ya, muchas gracias.
Atentamente.

Arturo Cabrera
Asesor legal de asuntos infernales

©El Aeronauta
 
Imagen del cabezal de Bangbouh @ Flickr